-2 Patatas
-2 Huevos
-1 Cebolla
-Un buen chorro de aceite
Preparación
Pelamos y cortamos las patatas y la cebolla. Primero ponemos las patatas a dorar en una sartén con abundante aceite, y cuando cojan un poco de color, añadimos la cebolla. Tras 10-15 minutos, mezclamos la patata y la cebolla con los huevos, que habremos batido previamente en un recipiente donde hacer la mezcla. Recordad que la patata debe estar tierna.
Removemos la mezcla y añadimos sal u especias según gustos. A mí me encanta ponerle una cucharada sopera de salsa de soja y un poco de Nuez moscada, ya que da un sabor impresionante.
Ahora subís la potencia del fuego donde teníais la sartén a fuego lento y vertéis toda la mezcla. Aquí viene la parte importante: no dejar que el huevo se queme por debajo. Con ayuda de una espátula de cocina, vamos repasando los bordes de la sartén y damos forma a la tortilla.
Repetiremos este gesto varias veces mientras movemos la sartén hacia delante y atrás para evitar que se tueste el huevo por debajo. En menos de 4 o 5 minutos -depende de la potencia del fuego- tocará dar la famosa vuelta.
Con una mano, agarráis la sartén del mango. Con la otra, colocáis un plato plano sobre la sartén, tapándola. Y con un movimiento decidido y ágil, dáis media vuelta a la sartén para poner la parte cocinada de la tortilla sobre el plato. Y ahora volvéis a echar la tortilla sobre la sartén, por la parte que queda cocinar.
Repetid el proceso de repasar los bordes para que coja forma, y moved la sartén hacia delante y hacia atrás. Veréis que enseguida, lo que quedaba de huevo coge la forma y el volumen de la sartén. Estará lista en otros 2 minutos, depende de si os gusta más hecha o menos hecha.
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